Edición especial: Los espacios en hospitales y el bienestar psicológico de los pacientes oncológicos
- Muro Llano
- 29 mar 2021
- 10 Min. de lectura
Actualizado: 6 abr 2021

Viviana Jaramillo Goyzueta, estudiante de III ciclo de Psicología de la Pontificia Universidad Católica del Perú
Introducción
El diseño del ambiente en proyectos hospitalarios es una característica que no es considerada con frecuencia al momento de organizar un espacio destinado para la recuperación de la salud. Sin embargo, se han ido desarrollando una serie de investigaciones al respecto durante el siglo XXI que han demostrado los resultados beneficiosos que ofrece el uso de colores, formas, iluminación, el uso de la naturaleza y la combinación de esta con diferentes terapias y espacios lúdicos.
Estos elementos, en su conjunto, pueden llegar a promover el bienestar psicológico. Asimismo, proyectos realizados recientemente en Sudamérica confirman la gran ayuda que el interiorismo puede lograr. Para entender mejor este concepto, podemos utilizar la definición propuesta por Ruggeri (2017), la cual indica que el interiorismo se enfoca en la conexión entre los ambientes y las personas. En consecuencia, se deben considerar múltiples cualidades como la selección de materiales, cualidades ergonómicas y acústicas, además de la iluminación atmosférica.
Algunas investigaciones, como la llevada a cabo por Cusquisibán (2018) en Perú demuestra que el 80% de los pacientes encuestados cree que el entorno puede influir positivamente en las actividades que realizan en el centro médico, además de indicar que el 60% de los encuestados señala que las formas geométricas les hacen sentir estabilidad emocional. Estos resultados positivos muestran que el buen uso del interiorismo en ambientes delicados como el de un ámbito hospitalario pueden causar un bienestar psicológico (Mendo, 2019). A pesar de esto, en la actualidad sigue sin ser una característica de suma importancia al momento de realizar un espacio destinado a ser un centro médico.
En este sentido, el interiorismo en cada caso es distinto y dependerá del lugar, la finalidad del uso de este espacio y de la población que se desenvolverá en ese ambiente, ya que son muchos los factores que se deben considerar al momento de armar el espacio e integrar los diferentes estímulos. En el caso del interiorismo hospitalario se demandanmuchos factores más por revisar y, sobre todo, si nos dirigimos a un tipo de pacientes en específico. Por ejemplo, en el campo pediátrico es de suma importancia, ya que “el niño percibe el espacio y repercute directamente sobre el desarrollo” (Rubino, 2018, p. 77).
Dentro de este marco de varios enfoques para explicar diferentes factores del interiorismo en determinado grupo de personas con características particulares, el presente trabajo responderá la siguiente pregunta: ¿los espacios lúdicos en los centros médicos pueden generar un bienestar psicológico en pacientes pediátricos oncológicos?
En este sentido, informaremos sobre la importancia del juego en del desarrollo para comprobar la eficacia de las áreas lúdicas encontradas en los centros médicos que ayudarán en múltiples aspectos al paciente pediátrico, posterior a ello se hablará sobre los pacientes infantiles que padecen cáncer. Asimismo, se describirán los procesos emocionales por los que pasa un paciente pediátrico oncológico, para evaluar las necesidades que se tienen y cómo el espacio apoyará y complementará estas últimas. Finalmente, se evaluarán las características ambientales que favorecen el estado emocional del paciente y que contribuirán a su bienestar psicológico.
Desarrollo
Los juegos son el medio natural de adquisición de experiencias para la adaptación al ambiente físico y social, y, además, a través de este se desarrollan funciones psicomotrices (López, Pozo, Bodero y Loor, 2020). En línea a ello, el juego terapéutico se entiende como la vía que ayuda al niño a que potencie su desarrollo (Serrada, 2007), lo cual le permitirá obtener las habilidades necesarias para enfrentarse a una nueva situación o a una experiencia estresante como padecer cáncer y estar internado por este motivo. Es por esto que, siempre que sea posible, se debería utilizar un área de juego con espacio suficiente para fomentar el aspecto lúdico y social de la actividad entre los niños. Además, a través de estos, se puede facilitar el acceso a la información, la expresión emocional, la comunicación, la habituación a situaciones médicas y la comprensión de la enfermedad (Ortigosa, Mendez y Riquelme, 2009).
Ante ello, se ha mencionado que los ambientes exclusivos para pacientes pediátricos logran un gran avance positivo en la enfermedad que presentan, ya que el juego es una actividad dirigida a la alegría, amabilidad, relajamiento de tensiones, ánimo festivo y al no aburrirse (Serrada, 2007). De acuerdo a lo anterior, el juego permite al niño realizar sus pensamientos e incluso expresar sus sentimientos en un marco lúdico sin las restricciones de la realidad. Además, permitirá al paciente pediátrico explorar, comprender su mundo, desarrollar estrategias de afrontamiento adaptativas en situaciones estresantes como la hospitalización.
Si bien existen diversos procedimientos médicos contra el cáncer y es esta la enfermedad que se busca tratar de forma primordial, existen procesos emocionales por los que pasa el paciente como el estrés, ansiedad, angustia e incluso depresión, igual de importantes para su salud, tanto física como mental. Es por ello que, siendo un centro médico el lugar en el que se encuentran, los procesos emocionales mencionados deberían ser también evaluados. Un factor que contribuirá con la mejora de estos procesos será el ambiente, el cual podrá provocar sensaciones que dependen del usuario, a nivel de su personalidad y de su estado anímico consecuente. Sin embargo, existe la posibilidad de que los aspectos del ambiente brinden un mayor o menor grado de voluntad de mejoramiento durante un tratamiento propenso a padecer una dolencia física y posible depresión, ansiedad, estrés, entre otras enfermedades, “ya que es el espacio, el que influye de forma directa” (Moyano, 2013, p. 30).
"Ante ello, se ha mencionado que los ambientes exclusivos para pacientes pediátricos logran un gran avance positivo en la enfermedad que presentan, ya que el juego es una actividad dirigida a la alegría, amabilidad, relajamiento de tensiones, ánimo festivo y al no aburrirse".
Es así que la importancia del espacio va vinculada con sentirse de determinada manera, tener la solución en cuanto a intervenciones médicas y salir o no de la institución hospitalaria. Cabe resaltar que, al estar en una institución hospitalaria, los estímulos perceptivos de los pacientes producen frecuentemente un grado de motivación en descenso como consecuencia de una forma de aceptar la realidad que padecen, dando como resultado que el espacio generalmente sea un elemento ignorado; sin embargo, Moyano (2013) menciona que una mejora en la calidad del ambiente mejora las condiciones de vida.
Como se ha mencionado, es usual que los pacientes pediátricos desarrollen diversas emociones derivadas del miedo y la ansiedad debido a la preocupación del tratamiento durante el padecimiento o recuperación de una enfermedad. Ante ello, las emociones que surgen en pacientes pediátricos oncológicos a raíz de cirugías, quimioterapias, radioterapias y hospitalizaciones pueden ser serias. Coronel (2019) indica que “es importante conocer estos temas relacionados con la enfermedad y las reacciones psicológicas que esta provoca, ya que así se pueden delimitar ciertos parámetros” (p.16). En este caso, nos referimos a la importancia de conocer las emociones que causan los procedimientos que se realizan a raíz del cáncer para así crear el ambiente adecuado ante los estímulos perceptivos de los pacientes pediátricos. Los niños son una población particular porque no calculan la gravedad de las situaciones y pueden confundir las hospitalizaciones como una situación sin un fin y no como una circunstancia pasajera. Además, la situación es de crisis por su edad y la forma de adaptación al cambio radical, por lo que es necesario relacionarse con la psicología del niño. Esto permitirá entender cómo piensan, interpretan y comprenden su entorno, siendo este un punto clave del análisis para entender cómo mejorar su experiencia y beneficiar su estado de ánimo, mientras este se encuentre dentro del centro de salud (Coronel, 2019).
El ambiente de una institución hospitalaria reduce frecuentemente la motivación en los pacientes, pues los estímulos que se tienen frente a la realidad que padecen son muy fuertes. Algunos aspectos que podrían favorecer su bienestar psicológico, mediante el espacio durante su estancia en el centro médico serían los factores lúdicos y de naturaleza, representaciones de estos en el espacio en donde se desenvolverán los pacientes.
Por otro lado, la comunicación visual que se brinda es un factor muy relevante para el niño durante su hospitalización. Como indica Cusquisibán (2018), la influencia de la naturaleza en espacios destinados para el cuidado de la salud ayuda especialmente en la recuperación de los pacientes, y no solo mediante la presencia física de vegetación en el ambiente, pues existen varias formas para simbolizar este factor, ya sea representando plantas, iluminación u otro tipo de naturaleza. Tener un espacio donde exista la presencia de jardines, capillas, espacios donde los pacientes puedan tomar “aire fresco” dentro de las instalaciones médicas puede “proveer de distracciones a los pacientes […] y ayuda en la mejora del paciente” (Cusquisibán, 2018, p. 20). De encontrarse estas características en los alrededores de los espacios en que se encuentra el paciente oncológico o incluso incorporarse dentro de los cuartos donde ellos se desenvuelven con formas, como las provenientes de la naturaleza, podría ayudar a facilitar su recuperación. Las variables naturales en el espacio, si bien no combaten la enfermedad, pueden combatir la ansiedad y estrés, consecuencias de la enfermedad del cáncer. Ruggeri (2017) señala que padecer la enfermedad del cáncer puedeperjudicar la tranquilidad que un niño posee y que claramente debido a su edad no tiene la capacidad de sobrellevar. El uso de la naturaleza o del color verde (representándola) en esta situación, está relacionada con la esperanza, llevando al paciente a un enfoque positivo y de motivación, que necesita en ese momento, el cual puede llegar a ser depresivo.
La presencia de espacios de naturaleza tiene un efecto significativo en los pacientes que puede ayudar a combatir la enfermedad y favorecer su bienestar, ya que los ambientes naturales permiten activar funciones del sistema parasimpático, asociado a la restauración física y psicológica (Tomasi, Di nuovo y Hidalgo, 2020). Especialmente los pacientes oncológicos tratados presentan varios síntomas más que nada relacionados al estrés y ansiedad que se pueden obtener a lo largo del proceso del padecimiento de la enfermedad, producidos por distintos tratamientos que realizan y por el hecho de ser una enfermedad que puede ser terminal. En cambio, en el caso de pacientes pediátricos incluyendo adolescentes, la transición de una vida con una movilidad constante a una sedentaria y con preocupación por esta enfermedad puede afectar y suscitar problemas como depresión y estrés por tener el deseo de volver a su rutina, en estos casos “es recomendable que existan más lugares de recreación […] donde se incorporen juegos y ellos puedan sentirse más a gusto” (Viteri, 2018, p. 21). Cabe resaltar que los cambios en la calidad del interiorismo pueden provocar una mejora en la situación emocional de los pacientes. En consecuencia, se podría llegar a combatir o disminuir la enfermedad y tener un periodo de hospitalización más corto, con el que ya no se sentirá estresado y con menos efectos perjudiciales para su salud mental.
Al hablar sobre presenciar la naturaleza también nos referimos a la luz solar que es totalmente diferente a la luz artificial, la iluminación natural afecta positivamente en las personas, más aún en el paciente. Incluso, puede tener una importancia en los hospitales, ya que tiene un efecto psicológico significativo, además de dar una visión apropiada en el proceso de diagnosticar una enfermedad. La luz solar “reduce la sensación de dolor y ayuda a la depresión” (Cusquisibán, 2018, p. 25), asimismo, altera físicamente el espacio, dando más intensidad a los colores o difuminando. Esto ocasiona que los colores sean mejor percibidos y lo que éstos transmiten también, todo esto conlleva en cierta forma a una manipulación psicológica y fisiológica en el paciente, y se producirá debido a la disminución de estrés por parte de la transmisión de sentimientos y un espacio que incentive un ambiente positivo a fin de obtener la recuperación o mejora significativa del paciente, para su eventual curación, todo esto se puede generar mediante visualización de luz solar.
Todo lo mencionado indica que los ambientes naturales dentro de un entorno clínico influyen en los factores emocionales y podría mejorar en la recuperación de enfermedades, sobre todo en aspectos como el estrés, ansiedad y una posible depresión. Por ello, la modificación de estos entornos podría influir positivamente en el tratamiento del cáncer reduciendo el tiempo de este.
Conclusión
En conclusión, se han expuesto los principales factores desarrollados en un espacio destinado al cuidado de la salud para pacientes oncológicos pediátricos: factores no solo lúdicos, que se emplean muchas veces en áreas del centro médico, sino también características donde se presencia la naturaleza tanto como la vegetación, o espacios donde se encuentra esta, y las variables lumínicas solares y los beneficios que estas traen.
Existen dos factores principales en el interiorismo de los centros médicos destinados para pacientes oncológicos pediátricos. En primer lugar, se tienen los estímulos lúdicos en donde los pacientes, ante los diferentes juegos encontrados en áreas específicas de los hospitales, se pueden enfocar en desarrollar la comunicación y el aprendizaje de los pacientes pediátricos en los centros de salud, además de desenvolverse en el nuevo entorno, el cual se convierte en su “hogar” durante un tiempo, debido a la hospitalización que muchas veces deben tener las personas que padecen la enfermedad del cáncer. En segundo lugar, se tienen los elementos de la naturaleza, representando la vegetación y la luz solar, donde se explica la mejora del paciente ante estos estímulos y llegar hasta la posible recuperación, basándose más que nada, en la mejora significativa del estado emocional que involucra el estrés que los pacientes oncológicos sufren debido a los diferentes tratamientos que tienen y al cambio total de su vida, es por esto que se deben cubrir necesidades, donde se pueda lograr un ambiente adecuado para ellos en pro de su bienestar psicológico.
En este sentido, la presente investigación muestra cómo los factores lúdicos y de naturaleza, si se dan de manera adecuada, influyen de manera positiva en los pacientes oncológicos, dentro del ambiente clínico. Si bien el cáncer tiene un origen biológico, se han demostrado los resultados significativos para el progreso y recuperación tanto física como emocional, mediante la salud y la paz mental que se le puede brindar al paciente mediante los espacios. Por último, es importante que podamos enfocarnos no solo en el tratamiento biológico, sino también darle al paciente un espacio donde pueda sobrellevar las distintas facetas de esta enfermedad de manera adecuada y tranquila. Solamente así podremos darle la verdadera importancia a factores emocionales como un medio para lograr un bienestar físico.
Bibliografía
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Ortigosa, Q. J. M., Méndez, C. F. X., & Riquelme, A. (2014). Afrontamiento psicológico de los procedimientos médicos invasivos y dolorosos aplicados para el tratamiento del cáncer infantil y adolescente: la perspectiva cognitivoconductual. Repositorio de la Universidad de Murcia. Recuperado de
Rubino, L. M. (2018). El diseño y su aporte para optimizar el aprendizaje. (Tesis de Licenciatura). Repositorio de la Universidad de Palermo. Recuperado de https://fido.palermo.edu/servicios_dyc/blog/docentes/trabajos/45474_176583.pdf
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