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¿Terapias de conversión o terapias de odio?

  • Muro Llano
  • 16 dic 2020
  • 6 Min. de lectura

Actualizado: 6 abr 2021

3 errores conceptuales detrás de los Esfuerzos para Corregir la Orientación Sexual y la Identidad de Género


Rodrigo Castañeda, Estudiante de Derecho de la Universidad de Piura


Los ECOSIG, o Esfuerzos para Corregir la Orientación Sexual y la Identidad de Género, son prácticas de diferente índole -sesiones psicológicas, psiquiátricas, consejería religiosa, entre otros métodos- con la intención de cambiar la orientación sexual de una persona específicamente de homosexual o bisexual a heterosexual, al considerarlas enfermedades. Razón por la cual, las personas que promueven estos ECOSIG les llaman “terapias de conversión” o “terapias reparativas” porque asumen que hay algo que curar desde la perspectiva médica.[1]


Hablar de estas terapias es hablar de actos que están catalogados como tortura humana por la misma Defensoría del Pueblo[2], los cuales en Perú siguen siendo promovidos y aplicados. Es conocido el caso de la psicóloga peruana Lola Sheen, que abiertamente se presenta como una experta en terapias de reorientación sexual. Basta una búsqueda de su nombre en YouTube o Facebook, para dar cuenta de sus diversas conferencias en las que explica las causas de la homosexualidad como enfermedad.


Respecto de lo anterior, además del evidente hecho de que aquello que no es una enfermedad no puede ser curado (en 1990 la OMS, quitó la homosexualidad de su listado de enfermedades y en 2018 hizo lo mismo con la transexualidad, quitándola del listado de trastornos mentales), existe toda una serie de errores conceptuales detrás de tales creencias. Estos serán objeto de análisis en el presente artículo.


1) Pensar que la ciencia apoya las “terapias” de conversión


Sin necesidad de profundizar demasiado, basta ver los diferentes pronunciamientos de las diversas organizaciones científicas, como la Asociación Americana de Psicología, la Asociación Americana de Psiquiatría e incluso la misma Organización Panamericana de Salud, en contra de este tipo de prácticas para darse cuenta del nulo sustento científico subyacente a esta clase de procedimientos.


En relación a los ECOSIG, la Organización Panamericana de Salud señaló que “los supuestos servicios de "curación" de personas con orientación sexual no heterosexual carecen de justificación médica y representan una grave amenaza para la salud y el bienestar de las personas afectadas.”[3]



2) ¡Nadie puede elegir su sexualidad, ustedes han nacido varón y mujer!: Confundir sexo con orientación sexual, identidad de género y expresión de género.


“Cuando hablamos de homosexualidad no sabemos si hablamos de un varón que se siente mujer, una mujer que se siente varón, de una mujer que es la 2 cosas a la vez”.[4]

Esta confusión, de pensar que si un hombre es gay es porque quiere ser mujer, es producto tanto de un pensamiento heteronormativo (concebir el sexo de uno -macho o hembra- ligado necesariamente a una determinada orientación sexual, en este caso, la heterosexual), como uno cisnormativo (pensar que necesariamente todo ser humano se identifica con el sexo-genero asignado al nacer). Esta forma de pensar trae como consecuencia que cuando una persona de tales creencias se encuentra con un hombre homosexual, trate de entenderlo bajo la lógica de cómo a las mujeres le gustan los hombres y a él le gustan los hombres, eso quiere decir que en el fondo él se siente como una mujer y esa sería la explicación de por qué le gustan los hombres. Asimismo, como esta conducta va en contra de la “naturaleza humana”, que dicta que si eres hombre te deben gustar las mujeres y viceversa, termina constituyendo una conducta “antinatural” y patológica que requiere de tratamiento, bajo su modo de entender las cosas.


Esto sumado a la idea que los sexos son complementarios, es decir que los hombres tienen cualidades que le faltan a las mujeres y viceversa, es la razón por la cual uno solo podrá ser feliz si es que tiene una relación con una persona del sexo opuesto, pues por la misma naturaleza de las cosas es su “complemento”. Cuestión que no ocurriría con las uniones homosexuales y, por tanto, desde su óptica, están predestinadas a una infelicidad e inestabilidad que puede ser evitada si se “corrigen” y vuelven a ser heterosexuales.


Respecto el primer punto -sobre el pensamiento heteronormativo y cisnormativo detrás de estas “terapias”- creo que es preciso distinguir las categorías de sexo , genero, identidad de género y expresión de género, para entender porque estas formas de entender la sexualidad son erróneos.


Así, según la Guía para profesionales de la salud mental en el combate a los ECOSIG Nada que curar, de la Oficina de las Naciones Unidas Contra la Droga y el Delito:


Sexo: alude a la condición sexuada de las personas, es decir, se refiere a los “cuerpos” de varones y mujeres desde una visión biológica.


Género: constituye un conjunto de significados que dentro de cada contexto y conforme las normas y reglas de una sociedad permiten diferenciar a quienes son considerados “hombres” y “mujeres”, lo cual involucra que a algunas personas quienes les atraerán eróticamente y afectivamente serán personas “hombres”, “mujeres” u “otros” no por su condición sexuada, sino por el género que representan.


Orientación sexual: La capacidad de cada persona de sentir una atracción erótico-afectiva por personas de un sexo y/o género diferente al suyo, o de su mismo sexo y/o género, o de más de un género o de una identidad de género no binaria, así como la capacidad de mantener relaciones íntimas y sexuales con otras personas.


Identidad de género: La vivencia interna e individual del género, tal como cada persona la siente, misma que puede corresponder o no con el sexo asignado al nacer.


Expresión de género: La manifestación externa de los rasgos culturales que identifican a una persona como masculina o femenina conforme a los patrones considerados propios de cada género por una determinada sociedad en un momento histórico determinado.


Entendiendo estos conceptos como realidades que no están vinculadas necesariamente, podemos entender cómo es que un hombre (sexo); puede ser homosexual (orientación sexual); y no por ello estar inconforme con su género (su identidad de género), e incluso puede mantener una expresión de género “masculina”. Así, todo ello no valida o invalida el hecho que sea un hombre homosexual y nos muestra que no existe tal “inconformidad sobre el sexo de uno” cuando uno es homosexual, y mucho menos que aquello sea algo malo.


Respecto el segundo punto, sobre la complementariedad de los sexos, este es una concepción falsa de la sexualidad humana. En otras palabras, el mismo hecho que existan personas homosexuales que no se ven felices o realizadas manteniendo una relación con una persona del sexo opuesto es porque prefieren vincularse con

personas del mismo sexo.


3) La orientación sexual es algo que se puede cambiar.


Esto es falso, desde el hecho que no hay evidencia científica que sustente que factores postnatales influyan en la orientación sexual de uno[5], además que el consenso científico es que la orientación sexual es algo que no se puede cambiar, como lo señala la Asociación Americana de Psicología (APA):

“¿Es la orientación sexual una elección?
No, los seres humanos no pueden elegir ser gay o heterosexuales. Para la mayoría de las personas, la orientación sexual surge a principios de la adolescencia sin ninguna experiencia sexual previa. Si bien podemos elegir actuar de acuerdo con nuestros sentimientos, los psicólogos no consideran la orientación sexual una elección consciente que pueda cambiarse voluntariamente.”[6]

[1] Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (2020). Nada que curar: Guía de referencia para profesionales de la salud mental en el combate a los ECOSIG (Esfuerzos para Corregir la Orientación sexual y la Identidad de Género). https://www.unodc.org/documents/mexicoandcentralamerica/2020/PrevencionDelito/Nada_que_curar_2020.pdf. p.26.

[2] Defensoría del Pueblo (2019). “Terapias de reconversión” constituyen actos de tortura contra las personas LGBTI.https://www.defensoria.gob.pe/wp-content/uploads/2019/08/NP-247-19.pdf

[3] Organización Panamericana de la Salud. (2012). "Curas” para una enfermedad que no existe. https://www.paho.org/arg/index.php?option=com_content&view=article&id=960:curas-enfermedad-que-no-existe&Itemid=286

[4] Extracto de una de las conferencias de Lola Sheen. EKLESIA. (26 de julio de 2019). LA VERDAD SOBRE LA HOMOSEXUALIDAD- TRAUMAS Y EDUCACIÓN. [Archivo de Video]. Youtube. https://youtu.be/Ysf1mC-iGFk

[5] CdeCiencia.( 10 de octubre del 2020). ¿Qué sentido evolutivo tiene la homosexualidad?. [Archivo de Video]. Youtube. https://youtu.be/hunUZ6sycWA

[6] Asociación Americana de Psicología. Orientación sexual y identidad de género. https://www.apa.org/centrodeapoyo/sexual.

Bibliografía


1.- Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (2020). Nada que curar: Guía de referencia para profesionales de la salud mental en el combate a los ECOSIG (Esfuerzos para Corregir la Orientación sexual y la Identidad de Género). https://www.unodc.org/documents/mexicoandcentralamerica/2020/PrevencionDelito/Nada_que_curar_2020.pdf


2.- Defensoría del Pueblo (2019). “Terapias de reconversión” constituyen actos de tortura contra las personas LGBTI.https://www.defensoria.gob.pe/wp-content/uploads/2019/08/NP-247-19.pdf


3.- Asociación Americana de Psicología. Orientación sexual y identidad de género. https://www.apa.org/centrodeapoyo/sexual.


4.- CdeCiencia.( 10 de octubre del 2020).¿Qué sentido evolutivo tiene la homosexualidad?. [Archivo de Video]. Youtube. https://youtu.be/hunUZ6sycWA


5.- EKLESIA. (26 de julio de 2019). LA VERDAD SOBRE LA HOMOSEXUALIDAD- TRAUMAS Y EDUCACIÓN. [Archivo de Video]. Youtube. https://youtu.be/Ysf1mC-iGFk


6.- Organización Panamericana de la Salud. (2012). "Curas” para una enfermedad que no existe. https://www.paho.org/arg/index.php?option=com_content&view=article&id=960:curas-enfermedad-que-no-existe&Itemid=286

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